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miércoles, 9 de marzo de 2011

Capítulo 25: Protegidos

Christopher estaba parado en el borde de un edificio, vigilando los alrededores de la ciudad. Se sentía nervioso, la última pelea que tuvieron con Alejandro fue hace algunas semanas y desde entonces no había rastros de nada raro por la ciudad… ni siquiera de aquellos demonios y monstruos que atacaron en un principio. Absolutamente nada. Eso en vez de tranquilizarlo sólo lo ponía más nervioso porque para nadie era un secreto que cuando se creía que todo estaba en calma era porque se formaba los peores planes.

Él ya fue víctima de aquello una vez. Esa equivocación, esa distracción y la confianza que tuvo en algún momento en sí mismo, la pagó a un precio extremadamente alto, perdió a la persona que más quería en el mundo, aunque antes se la habían quitado de otra forma.



La chica le miraba con furia, deseando poder retorcer aquel cuello hasta romperlo, pero todos sus pensamientos se esfumaron cuando vio unos ojos plateados. Lanzó un grito emocionado, aparte de un empujón al chico y se lanzó a los brazos del otro.

—¡Te extrañe tanto! —gritó dándole un gran beso en la mejilla.

James fijó sus ojos en él con desprecio, no sabía quién era, pero lo detestaba porque Catherine lo quería.

Ella lo dejó ahí parado y se fue con esa persona que ni siquiera se tomó la molestia de presentarse. La chica se la pasó ignorándolo por el resto del día, andando de aquí para allá con el extraño.

Había contemplado la posibilidad de no ir a cenar, pero aceptó cuando el dueño de la casa se lo pidió en persona.

Era el hermano de Catherine, aquel chico del que estaba celoso, era hermano de Catherine. Su nombre era Armand. No se parecían en nada, él tenía los ojos grises… casi plateados; ella miel. Ambos tenía caracteres distintos, ella reía mucho cuando estaba con él mientras el mayor se limitaba a mirarla con una sonrisa y contarle historias de sus viajes.

Y entonces comenzó una guerra entre ambos, porque James quería a Catherine y Armand amaba a su hermana cómo no lo hacía su padre, porque más que su hermano era el único que le brindó aquel amor que le hacía falta, la cuidó y protegió como si fuera su hija.

Cuando llegó aquel momento en que ambos la perdieron, se les rompió el corazón a la par.



David suspiró resignado, ansioso, desesperado y cogió un cigarrillo de su bolsillo, pero luego de observarlo con atención lo tiró al suelo. No iba a recurrir a aquel método para calmarse. Se revolvió el cabello con pereza.

No encontrar a Catherine cada día se le hacía más frustrante, sentía su presencia por todos lados, sus ojos mirándole, escuchaba su risa como un eco. Jonathan le dijo que se calmara, que sino terminaría loco, pero eso poco le importaba, desde hace mucho tiempo que lo estaba.



—Es imposible —renegó Aranel tercamente a Mailen. Se cruzó de brazos con enfado, no pensaba ceder. La chica rodó los ojos no podía creerlo, de hecho sí, su amiga era más testaruda que su hermano cuando se le metía algo en la cabeza.

—¡Sólo será un rato! —persuadió con ojos de cachorrito a medio morir.

—No —repitió ella haciendo énfasis en cada letra, luego la deletreó a ver sí así captaba.

—Nel, no seas mala —exclamó usando sus últimas armas—. Piensa en todo lo que he hecho por ti, acompáñame —rogó jalándole la camisa. La compañera de departamento de Christopher sólo aumentó el ritmo de sus pasos, exasperada—. ¡No pierdes nada!

—Un fin de semana con Erika es mucho para mí —replicó fastidiada—. Además ni conozco a tu familia —explicó.

—¡Pero David no ira, y no quiero ir sola!

—Pues pregúntale a Christopher, es tu primo —bufó caminando con gesto molesto.

—¡No quiere! —gritó a punto de echarse a llorar.

Siguió insistiendo todo el camino hasta el departamento, mas sólo consiguió que Aranel le cerrara la puerta en la cara cuando llegaron. De igual forma no se iba a rendir, la convencería fuera como fuera, rió malvadamente sin entrar aún a su casa.

—¿Mailen? —preguntó Jonathan sin comprender que hacía en medio del pasillo riendo de esa forma. Ella volteó y se encontró con su lindo novio que la observaba entre asustado y confundido.

Se lanzó a sus brazos con una sonrisa.

—¿Me quieres? —interrogó con una expresión dulce y tierna.

—Sí —respondió titubeante por la pregunta.

—¿Me acompañaras a la reunión en casa de mis tíos? —susurró contra sus labios. El chico de inmediato se soltó.

—Lo siento, ya tengo cosas que hacer con David —contestó y salió huyendo.

A Jonathan no le agradaba ir a esas reuniones, siempre lo miraban de reojo y por sobre el hombro, se sentía terriblemente incómodo. Nunca le cayó bien a la familia de su mejor amigo, ¿a quién le agradaría un huérfano ladrón? Y ahora resultaba que no sólo tenía amistad con el mayor de los hermanos, sino que era novio de la menor, no le quedaban dudas que lo despedazarían parte por parte en habladurías y luego con un cuchillo, si es que tenían la oportunidad.

Ella lo dejó huir, conocía su situación, aunque igual algún día tendría que presentárselo a su familia. Ambos lo sabían.

Entró al apartamento al sentir de nuevo aquella sensación que le revolvía el estómago y le presionaba el corazón.



Erika dio saltitos desesperados para subir por la ventana, logró cogerse del borde y vigilar aquella bodega vieja. Todo estaba en oscuras, pero podía escuchar aquellos siniestros susurros de ultratumba. Eran voces graves. Puso la mayor atención que pudo, tanta que no prestó atención a su alrededor.

Intentó emitir un grito al sentir una mano en su hombro, pero fue callada con la otra.

Aterrorizada miró al demonio que las sostenía, iba a intentar defenderse, pero la carcajada que soltó Alejandro la obligó a voltear.

—Mira quién tenemos aquí —exclamó con una sonrisa de oreja a oreja y se recogió el cabello, pero la niña lo fulminó con la mirada—. Parece que tu hermanito no cayó en cuenta y te entregó en bandeja de plata ¿eh?

Iba a replicar, pero él extendió una mano hacia ella. Sintió sus parpados pesados y como sus fuerzas se iban poco a poco.

1 Plumas:

Unknown dijo...

Me encnato el capitulo. Que le hara alejandro a erika? o.O me has dejo re metida en el capitulo y co mucha intriga.
Publica pronto, que andes bien,besos
ah tenes un premio en mi blog.

 

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