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miércoles, 11 de enero de 2012

Capítulo 29: Papeles importantes


Dominic se quedó en el último escalón al ver a sus padres a la mañana siguiente, frunció el ceño al ver que ambos tenían miradas sumamente tensas. Ellos obviamente no lo habían escuchado, seguían hablando con Suzanne y Charles. Sus expresiones serias estrujaron su corazón y convirtieron su mente en un huracán. Llevaba semanas sin ver aquella seriedad en su madre, ella parecía más feliz, ya no odiaba a Jared ni le miraba mordiéndose los labios para contener las palabras cuando le hablaba de él, incluso parecía que le gustaba.

Jared solo fruncía el entrecejo al revisar los papeles de su trabajo, algunas veces lo sentaba en sus piernas y lo dejaba dibujar mientras leía. Desde el viaje al lado y una vez que su madre empezó a trabajar para Jared, Dom visitó varias veces la empresa, la secretaria le daba leche con chocolate siempre que iba. Dominic le echaba alguna que otra mirada a esos papeles con una letra muy pequeña y pegada, pero Jared leía muy rápido y Dom no, esos papeles se asemejaban al que ocultaba en su habitación, bajo una tabla de uno de los cajones, debía terminar de leerlo, pero no encontraba el tiempo entre hacer tareas, jugar y disfrutar su nueva vida. Además sus padres siempre estaban muy pendientes de lo que estaba haciendo.

—¡Tío Jared! —gritó Luc emocionado, bajó las escaleras y se abrazó a sus rodillas. No importaba que la noche anterior hubiera estado ahí, Luc siempre lo saludaba como si no lo viera en mucho tiempo, con los ojos extasiados de alegría y una sonrisa que jamás podría ser manchada.

Jared cargó al niño y dirigió la mirada a Dominic. Su madre igual, esbozó una sonrisa cálida que envolvió su mente en algodón y calmó el viento que arrastraba sus pensamientos sin control. Dom sonrió, corrió hasta ellos y le dio un beso en la mejilla a su mamá, Jared le revolvió el cabello, su madre lo miró mal porque ella siempre estaba intentando peinarlo, a veces le seguía pareciendo un sueño que fuera su papá, de vez en cuando lo llamaba por su nombre, pero Jared siempre lo corregía con una mirada amable.

—¿Cómo estuvo la fiesta? —curioseó enredando los dedos en el cabello de su mamá, su cabello olía a flores y a nieve, una mezcla rara de primavera e invierno.

—Aburrida, muy aburrida —respondió Jared cuando su madre lo abrazó con fuerza contra su pecho.


Jared le lanzó una mirada muy expresiva a Lin para pedirle que se controlara, Dom era muy observador y sensible a su entorno, si sentía que algo estaba mal iba a preocuparse, no tenía nada de qué preocuparse. Jared no permitiría que Gustave se acercara a Dominic, ahora era su hijo, solo necesitaba los papeles en que Gustave renunció a su custodia, la firma de Evangeline y llevaría su apellido, si hasta ahora no había presionado era porque sabía que ella se negaría. Lin aún se aferraba un poco a la idea de que Dom era su única familia, si tenía que irse lo haría con el niño y nadie se lo impediría. Con Gustave revoloteando por sus vidas tenía que asegurarse de que Lin no entrara en pánico y huiría.

A pesar de que su relación seguía sufriendo ciertos altibajos estaba muy seguro de que la quería a su lado. Dominic era diferente, con él las cosas fluían mucho más fáciles, era como si el niño siempre hubiera estado allí, conocía su color favorito, la comida que le gustaba y la que no, sabía que tenía alergia a ciertas cosas y que algunos tipos de ropa le irritaban la piel. Dom se levantaba temprano los fines de semana, casi nunca dormía más allá de las nueve, pero si lo despertaban antes se ponía gruñón y estaba cerca de armar una pataleta.

A Jared le gustaba jugar futbol con él mientras Evangeline dormía, a ella le agradaba dormir hasta tarde, pero una vez que se levantaba no se detenía.

No. No quería perder a ninguno de los dos.

—Ve por tu mochila —ordenó guiñándole un ojo. Dom sonrió y se bajó, Luc lo siguió como un pollito.
Luc no tenía hermanos, estuvo acosando a sus padres con que quería uno hasta el día en que cayó al pozo y obtuvo un hermano mayor, eso les daba a sus padres un poco más de tiempo hasta que decidieran tener otro bebé. Jared sabía que Charles se moría por una niña.

Dominic bajó de nuevo, cogido de la mano de Luc que empezaba a hacer pucheros y lanzar miradas lastimeras para que se quedaran. Dom le dio palmaditas en el hombro y le prometió que volvería pronto, pero eso no calmó al más pequeño que soltó lágrimas de cocodrilo al despedirse.

Esta vez no conseguiría lo que quería como otras veces, Jared ya tenía planes para esa tarde, Suzanne y Charles si no los tenían estaban en marcha.


Evangeline frunció el ceño cuando Jared se alejó para hablar por teléfono, él parecía feliz cuando contestó, sin embargo en cuestión de segundos su cara cambio, ahora estaba enojado.

—¿Crees que pasa algo malo? —preguntó Dominic lamiendo la cucharita de su helado.

—No —replicó quitándole uno de los ensortijados mechones que le caía por la carita, tapándole la vista—. Solo es algo de su trabajo. —Dom echó otro vistazo a Jared, tratando de entender qué pasaba. Su madre le mentía, era una mala mentirosa así como él.

—Papá jamás se enoja cuando es algo de su trabajo —replicó firme—. Mucho menos un fin de semana, él no contesta llamadas del trabajo cuando está con nosotros.

Evangeline hizo una mueca, Dom podía no conocerlo desde hacía más que meses, pero tenía razón, Jared poseía una calma inigualable en lo que se refería al trabajo, le gustaba lo que hacía y las batallitas eran su día a día, pero cuando llegaba a casa cualquier enojo se evaporizaba como si no hubiera existido. En las mañanas del fin de semana olvidaba el celular en la mesita de noche, eran los días en que jugaba con Dominic sus partidos de fútbol uno a uno, no renunciaba a ninguno de ellos.

Jared cerró la tapa del teléfono y volvió con ellos. Evangeline le tendió la copa de helado derretida y él se la comió. Seguía teniendo el ceño fruncido, pero sonrió a ambos cuando dijo:

—Vamos al cine.


A Dom le encantaba el cine, palomitas, gaseosa y un montón de caramelos que Jared no tenía reparo en comprar. A Jared también le gustaba, poseía una colección de películas que aún tenía problemas para trasladar del departamento a la casa. Películas de toda clase, incluso de niños, ya que a Luc siempre que se quedaba con él le agradaba dormirse viendo películas.

Jared suspiró. Esa mañana le pidió a George los papeles de la custodia de Dominic, él prometió dárselos al día siguiente, pero la llamada que le devolvió aseguraba que no encontraba los papeles, George estaba furioso. Esos papeles aseguraban que Gustave no podía acercarse a su nieto, claro que podrían sacar una copia de los servicios infantiles, pero se tardaría más tiempo.

2 Plumas:

Eli dijo...

Agg!! Este capítulo me ha dejado en la incertidumbre ¿Conseguirá Gustav la custodia de Dominic? Seguro que Jared se las apaña para que no sea así, conoce tanto a Dom que es su padre con todo el derecho.

Hasta el miércoles ¡un beso!

Anónimo dijo...

Pobre Jared ahora tendra que pelear por la custodia de Dom. Espero que Evangeline acepte que lleve su apellido.

Hasta el proximo capi :D

 

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